Paisaje Imposible

Efímeros

Description

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  • Superfície: 456 m2
  • Promotor: Festival A Cel Obert - Ajuntament de Tortosa
  • Localización: Cripta del Temple de la Reparació, Tortosa.
  • Fecha: 6, 7 y 8 de Octubre / 2023
  • Autores: Tomás López y Gorka Marcuerquiaga
  • Colaboradores: Helena Escudero, Núria Cintero, Roc Fábregas
  • Edición audiovisual: Roc Fábregas
  • Montage estructura: Miguel Pérez
  • Fotografía: Tomás López / Festival A Cel Obert
  • "ILUSIÓN: El tema de la décima edición del festival A Cel Obert, correspondiente al año 2023, es la ilusión. La percepción distorsionada de la realidad, bien sea por un comportamiento físico o fruto de la imaginación, tiene como resultado una ficción modelada por una mezcla entre la poca lucidez personal y un estado emocional incontrolado. La ilusión como sentimiento es la esperanza sobrevenida, ingobernable, incontenible y salvaje que sentimos cuando queremos conseguir un sueño. La ilusión como efecto óptico es, sin más, la falsa representación de una verdad oculta que solo percibimos en secreto y nunca se manifiesta como real." Este fue el texto que recibimos de la organización del FESTIVAL A CEL OBERT de Tortosa, dedicado a intervenciones efímeras en múltiples patios del centro histórico de esta población junto al río Ebro; festival al cual fuimos invitados a participar en su última edición, durante el fin de semana del 6,7 y 8 de octubre del 2023. Se nos asignó un espacio: la cripta construida hace poco más de cien unos años por el arquitecto Joan Abril; bajo el Temple de la Reparació. Forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Obra en la que Joan Abril contó con la colaboración del arquitecto Pau Monguió en el diseño y ejecución de la cúpula del templo, rematada de una vistosa lámpara de forma octogonal apreciable desde algunos puntos del entorno urbano. La cripta ocupa la misma superfície (456 m2) que la nave central del templo, construido sobre restos de una antigua necrópolis romana, descubiertos al inicio de las obras. La cripta del Temple de la Reparació es un espacio inequívocamente estructurado, donde no existe lugar a la duda. Su ordenada disposición de columnas y bóvedas de crucería conforman una rotunda y rígida construcción sin margen de interpretación. No obstante, su condición de cripta le otorga un merecido halo de misterio al que no debería permitirse renunciar. “Panorama”, atracción de feria que hizo furor en el siglo XIX, pretendía transportar al espectador al centro mismo de famosas batallas o paisajes exóticos. Precursor del cine, solía estar formada por una pintura realizada sobre la cara interior de un gran cilindro que ofrecía una visión de 360 al observador que se situaba en su centro. Capaz de transformar mediante la ilusión, un espacio interior finito en un exterior infinito. Si entendemos que los límites son los verdaderos generadores del espacio, actuar en ellos nos permitirá crear un nuevo espacio, o al menos la ilusión de uno nuevo. El nuevo límite cilíndrico, sin aristas, desdibuja el espacio, creando una ilusión de continuidad. El tambor inscrito nos permitirá camuflar su rígida geometría, transformando una planta cuadrada en un espacio difuso, fluido, evocador de otra realidad. Por último, tal como ha venido reiteradamente sucediendo en el último siglo, la cripta se pretendía volver a inundar. Una fina lámina de agua, a modo de gran espejo, reflejaría las 9 bóvedas, substituyendo el pavimento, el plano inferior, por un duplicado del superior. Situando al espectador en el centro de un paisaje imposible. Finalmente durante los meses de preparación y desarrollo del proyecto de la instalación la escasez de agua y lluvias nos obligaron a descartar el uso del agua. Quedó sustituido por una fina lámina de plástico negro a modo de pavimento reflectante. La presencia del agua del río Ebro a su paso por Tortosa son introducidos en la cripta mediante una pieza audiovisual -de 15 minutos de duración- creada ex-profeso por Roc Fábregas, a partir del registro y exploración del movimiento del agua, su reflejos, fauna y vegetación, una semana antes del festival; la vida en el cauce del río que atraviesa Tortosa impregna la instalación y el espacio de la cripta de una nueva vibración y movimiento, que se suman al movimiento y presencia sutil de la membrana sobre la que inciden la luz e imágenes de los equipos audiovisuales. Se busca convocar a la idea de lo acusoso, los arquetipos de un espacio gestacional, animado y frágil; la memoria y el misterio de la vida, lo corporal versus la arquitectura, el territorio, su historia y naturaleza; la metáfora de la evolución que atribuimos a cualquier río. Se trataba de obtener el mayor impacto posible con los mínimos recursos (coste instalación: 1.200€). Una serie de cuatro proyectores exponen de manera desincronizada, y en gran formato desde las esquinas, la pieza de vídeo realizada para la instalación, junto con un tratamiento sonoro envolvente. La estructura circular, soporte de las imágenes en movimiento, queda resuelta mediante un cilindro formado por una estructura poligonal resultante de la secuencia de 24 tramos de 1’2 m de ancho y 2’5 m de altura. Este cilindro es ejecutado mediante perfilería ensamblada atornillada entre si y fijada al pavimento preexistente con cinta de doble cara; es reusable posteriormente en su totalidad, como así sucedió. De ella se suspende un simple velo de plástico, a modo de membrana de cierre perimetral, con tres incisiones para permitir ser atravesado por los visitantes; estos pueden también deambular, volteando el gran cilindro, y así provocar espontáneamente sombras en movimiento, recortadas sobre las imágenes del paisaje del Ebro.